Mi hijo estaba muy ansioso por verla por su interés en Frida Kahlo y hubo que hacer malabares para lograr tener uno de los preciados espacios, ya que había un cupo limitado a 30 espectadores.
La obra estaba indicada para mayores de 8 años.
Es un acto unipersonal, en el que una mujer ataviada con huipil y trenzas va manipulando los títeres y mecanismos que muestran diferentes obras de Frida y fotografías del a época.
La actriz canta muy lindo y había música e iluminación muy bien aprovechadas con una consola muy simple y un par de lámparas.
Pero no hay narración, son como retazos sueltos, algunos poéticos, otros haciendo referencia a momentos, como aquel en el que se juntaron dos amantes del Dr. Atl en una función de Bellas Artes.
Aunque visualmente es muy interesante, hay títeres planos con movimiento, una estructura giratoria con páginas del diario de Frida, y más; la función resultó aburrida para los niños, y me atrevería a decir que también para los adultos.
Era bonito de ver, como piezas de una exposición de curiosidades sobre un tema interesante, Frida Kahlo y su obra, pero al no haber historia se perdía la atención.
Mi hijo lo disfrutó pero también se aburrió.
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